5 Medios para dominar las preocupaciones


1.- Si nuestra preocupación es por algo presente, es útil el analizar cuidadosamente el problema, luego buscar lo que se puede hacer para solucionarlo, y finalmente decidirse por alguno de los medios que aparecen.

2.- No hacer grande lo pequeño. No agitarse por naderías. Válgase de aquel dicho popular: “Más se perdió en el diluvio”

3.- Alegrarnos de lo que tenemos y no prestar atención fija en lo que no tenemos y que quizá ni falta nos hace. Muchas de nuestras exigencias no nos hacen felices, solo crean servidumbres y preocupaciones.

4.- No hagamos caso de críticas, calumnias o burlas. Hagamos el bien y dejemos que critiquen. Es frecuentemente que se critique a personas que valen y precisamente porque algo se están destacando. También a Cristo lo criticaron y aun lo traiciono un amigo. Que las críticas nos ayuden a perfeccionarnos.

5.- El encomendarse a Dios y confiar en su poder y en su amor a nosotros, disipa muchas preocupaciones. La oración confiada es de lo mejores medio para tranquilizar en los problemas y para resolverlos mejor. Cristo sufría en el huerto de los olivos y le dio fortaleza.

Tomado del Libro
Relaciones humanas
Sr. Obispo Rogelio Sánchez



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No llores antes de que te peguen




Una de las causas que dificultan las relaciones humanas, es el concentrarnos en nosotros mismos por alguna preocupación. Además perjudican la salud, hacen sufrir y acortan la Vida. Por eso conviene luchar para dominarlas.



Algunos consejos útiles son:
+ No amargarnos por el pasado. Si hubo un fracaso conviene examinar tranquilamente en que estuvo nuestro error para evitarlo en adelante. Pero no agobiarnos y sufrir inútilmente por algo que ya pasó y que no se remedia con el sufrimiento.

+ No dejarse dominar por una ansiedad de lo que quizá vendrá mañana y que muchas veces no viene. No es bueno el abrumarse por temor a cosas que, si nos esforzamos, no sucederán. Cristo nos pode confianza en Dios y que dominemos la demasiada preocupación por el mañana “No se inquieten pues por el mañana, por que el día de mañana ya tendrá sus propias inquietudes (Mt 6, 25-34)

Tomado del Libro
Relaciones Humanas
Sr. Obispo Rogelio Sánchez

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La magia del nombre


El llamar a las personas por su nombre y repetírselos durante la conversación les agrada a ellas y hace simpático al que habla. Haciéndolo se manifiesta que se conoce a la persona, que no se le confunde, que se le aprecia.


En muchos casos las personas son nombradas por una variante del nombre o por un sustitutivo del mismo. Hay que nombrarlas en esa forma si ellas lo sienten de mayor aprecio. En general conviene nombrar a las personas como las nombras los amigos.

San Pablo conocía varias personas que vivían en Roma. Los llama por su nombre y recuerda cosas buenas de ellos. “Saluden a Prisca y a Aquilas, mis cooperadores en Cristo Jesús. Sepan que para salvar la vida arriesgaron la suya. Les estoy muy agradecido y conmigo todas la iglesias del mundo pagano. Saluden también a la iglesia que se reúne en su casa” “Saluden a mi querido Epeneto, el primero que la provincia de Asia ofreció a Cristo. Saluden a María que se afanó tanto por ustedes” “Salúdense mutuamente con un abrazo santo. Todas las iglesias de Cristo les mandan saludos” (Rom, 16 3-16)

Practica mucho el saludar sonriente, afectuoso y repitiéndole mucho a las personas su nombre o como le dicen los amigos, y si es posible, recordándoles cosas agradables.

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Relaciones Humanas
Sr. Obispo Rogelio Sánchez

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El poder de saludar con Entusiasmo


Otro detalle muy importante en las buenas relaciones humanas es el Saludar con Entusiasmo, manifestando la sincera alegría de haber encontrado a una persona que se aprecia.

Recuerda lo que sientes cuando te dicen con sinceridad ¡Hola! ¡Me alegro verte! ¡Que milagro! ¿Dónde habías estado tanto tiempo? Recordemos también que cuando alguien es exagerado o insincero en sus saludos, se nota y nos pone a pensar sobre qué será lo que aquella persona pretende. El saludo afectuoso necesita ser sincero y no exagerado.

Veamos cómo saluda San Pablo a los Filipos: “ Doy gracias a mi Dios cada vez que me acuerdo de ustedes, siempre que rezo por todos ustedes lo hago con alegría. No puedo olvidar la cooperación que me han prestado en el servicio del Evangelio, desde el primer dia hasta ahora. Estoy seguro de que Dios que empezó a trabajar en ustedes seguirá perfeccionándolos hasta el día de Cristo Jesús. No puedo esperar menos para todos ustedes pues los llevo en mi corazón, sea cuando estoy en la cárcel, sea cuando tengo que hablar para defender el Evangelio y proclamarlo con más fuerza. (Fil 1, 1-9)

Durante estos días ensaya desde el amanecer hasta el anochecer el saludo aectuoso y sincero. Con solo saber las cosas no se adelante. Vivirlas es lo que hace avanzar y triunfar en la vida

Tomado del Libro
Relaciones Humanas
Sr. Obispo Rogelio Sánchez

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La sonrisa abre puertas y sana relaciones


Todos deseamos felicidad. Queremos mejorar más y más. Pero muy frecuentemente esperamos la dicha sin esfuerzo de nuestra parte.

La realidad es que no se llega al éxito sino mediante una lucha continua. Las buenas habilidades, las costumbres buenas y bien arraigadas, conducen al éxito.



La Sonrisa sincera. La persona sonriente siempre es bien recibida. Ella comunica alegría, tranquilidad, seguridad. “La sonrisa cordial alegra el corazón” dice el Libro de losProverbios (15, 30)

Sonríe y pronto tu sonrisa será espontánea, natural, nacida del corazón, atractiva. Ella te traerá amigos.

Tomado del Libro
Relaciones Humanas
Sr. Obispo Rogelio Sánchez
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Madres Alcoholicas


La inviolabilidad del hogar y la familia es un valor que en Estados Unidos se ha tenido desde siempre. Algunas personas consideran que regular el alcohol que se sirve en los hogares y en las fiestas ataca esa inviolabilidad. Sin embargo, cuando los adultos reconocen los problemas y peligros asociados con menores que consumen alcohol y su responsabilidad legal de prevenirlo, entienden la necesidad de estas reglamentaciones.

El cambio comienza en casa. Por ejemplo, un estudio reciente indica que los niños cuyos padres participan en su vida, es decir, sostienen conversaciones regularmente, van a los eventos que organiza la escuela, escuchan sus problemas, etc. tienen menos probabilidades de beber o fumar.12 El Instituto Nacional sobre Abuso del Alcohol y Alcoholismo redactó un folleto titulado “Make a Difference: Talk to your Child about Alcohol” (Haga la diferencia: Hable con su hijo sobre el uso del alcohol). Esta guía de 24 páginas está diseñada para los padres y tutores de niños de entre 10 y 14 años. Contiene una breve descripción de los riesgos y problemas que se asocian con el consumo de alcohol entre los jóvenes, además de las medidas que los padres pueden tomar para hablar con sus niños sobre este tema. Ofrece sugerencias específicas para enseñar a los niños cómo decir que no cuando les ofrecen una copa, para hacer fiestas para adolescentes en las que no haya alcohol y a darse cuenta de las señales de advertencia que indican que un niño o adolescente pudiera tener problemas con la bebida.


Disponible en la red de Internet en inglés y español:

http://www.alcoholfreechildren.org/en/pubs/html/makeadifference.htm

http://www.alcoholfreechildren.org/en/pubs/pdf/makeadifference.pdf

http://www.alcoholfreechildren.org/es/pubs/html/hagaladiferencia.htm

http://www.alcoholfreechildren.org/es/pubs/pdf/hagaladiferencia.pdf

Entre en acción

“Los padres de familia que sirven alcohol, pierden más”

Con demasiada frecuencia, especialmente en la temporada de graduaciones y bailes de la escuela, padres bien intencionados hacen fiestas en donde sirven alcohol a sus hijos y los amigos de sus hijos. En su afán de ofrecer un evento bajo control, sin darse cuenta respaldan la idea de que es aceptable que los adolescentes beban. La organización The Ohio Parents for Drug Free Youth (Padres de familia de Ohio por una Juventud Libre de Drogas), en colaboración con The Ohio Task Force on Combating Underage Drinking (Fuerzas de Tarea de Ohio para Combatir el Consumo de Alcohol Entre Menores), grandes corporaciones y grupos comunitarios, crearon un proyecto a nivel estatal llamado “Parents Who Host, Lose the Most” (Los Padres de Familia que Sirven Alcohol, Pierden Más). La portavoz de esta asociación es la primera dama Hope Taft. Las corporaciones estatales y los negocios locales transmiten el mensaje de este programa: “Don´t be a party to teenage drinking. It´s against the law.” (No ayude a los adolescentes a tomar. Es contra la ley.) en los cheques de sueldo y bolsas de supermercado, en anuncios en las ventanas de comercios y en cajas registradoras.13

Reducir la disponibilidad

Evite que en el hogar, los menores tengan alcohol a su disposición — En algunos estados, las leyes de responsabilidad para anfitriones de eventos sociales describen la responsabilidad en que incurren padres y demás adultos por proporcionar alcohol a cualquier persona menor de 21 años y las multas por desobedecer las leyes. Las campañas de información al público pueden instruir a los padres sobre esas leyes y sobre la responsabilidad que tienen de guardar el alcohol en un lugar inaccesible a niños y adolescentes.

Si desea obtener ejemplos de dos leyes que se promulgaron en Minnesota dirigidas específicamente a adultos mayores de 21 años que sirven alcohol a jóvenes, visite

http://www.miph.org/mjt/newlaws.html

Los padres se comprometen a proveer hogares seguros


En Safe Homes (Hogares Seguros), un programa establecido hace tiempo para prevenir el consumo de alcohol entre menores, los padres firman un compromiso de seguir ciertos principios simples que crean un ambiente más seguro para sus hijos. El programa Safe Homes reconoce que los padres y los niños necesitan apoyo para resistir la presión a beber. Este es un compromiso de un año que se renueva anualmente. Los padres se comprometen a:

Supervisar a todos los niños que visiten su hogar.
Tener un lugar seguro en donde se guarda todo tipo de bebidas alcohólicas en sus hogares.
No permitir que haya fiestas o reuniones en su hogar cuando ellos no estén ahí.
No permitir que los niños beban alcohol en su hogar.
Hablar con cualquier otro padre que participe en el programa de Safe Homes si observan personalmente a su hijo consumiendo alcohol o drogas.14

Regular las entregas de alcohol a domicilio — Más de la mitad de los estados del país permiten la entrega de alcohol a domicilio . Sin embargo, las distintas jurisdicciones pueden prohibir o restringir ese tipo de entregas para prevenir las ventas de alcohol no supervisadas. Si la comunidad decide no prohibir la entrega de alcohol a domicilio pueden exigir que el proveedor anote el número de la tarjeta de identificación del comprador. En el futuro, el problema de la entrega de alcohol a menores de edad en sus hogares podría crecer a medida que aumenta la popularidad de las ventas a través del Internet.

Para información de las leyes que restringen entrega a domicilio, vea en el Internet

http://www.epi.umn.edu/alcohol/policy/homdeliv.shtm

Mejorar el cumplimiento de las leyes

Interrumpir las fiestas — Las fiestas grandes en donde los menores de edad beben alcohol son un problema para la policía. Por una parte, la policía tiene la responsabilidad de involucrarse y realizar arrestos o dar amonestaciones. Por otra parte, los policías saben que al verlos llegar, los jóvenes pueden correr a sus carros, lo que aumenta la probabilidad de que ocurran accidentes. Algunas jurisdicciones han creado procedimientos especiales para la policía que han podido interrumpir fiestas grandes sin peligro.

Para ver un análisis de las maneras seguras de interrumpir fiestas, vea en el Internent A Practical Guide to Preventing and Dispersing Underage Drinking Parties (Guía práctica para prevenir y dispersar fiestas en donde menores toman alcohol) en:

http://www.udetc.org/documents/UnderageDrinking.pdf
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De la lujuria a la pureza


La pureza, una virtud muy extraña...
Autor: Marcelo Bravo
Fuente: Catholic.net

Virtud que demuestra amor auténtico


La pureza, una virtud muy extraña...
San Agustín de Hipona fue un gran pecador y después un gran santo. En sus Confesiones nos describe con pelos y señales su proceso interior de conversión al Señor. En un momento de su vida dijo: “Señor, dame la castidad, ¡pero no ahora!”. Es interesante que esta frase me la haya encontrado, no en su biografía o en un santoral, sino -mira por dónde- en una revista del corazón. Allí estaba esta frase, junto a otras frases de artistas y cantantes. Claro, no podía ser de otro modo. No se podía encontrar una mejor justificación para vivir “feliz” y al “ahí se va” que la frase de un santo.



Lo que no dicen éstos es que al pobre Agustín le costó lágrimas de arrepentimiento el haber diferido tanto su conversión. “Tarde te amé, hermosura tan antigua y tan nueva...”

La pureza es una virtud muy extraña hoy en día. Y extraños, casi seres de otro planeta, aparecen tantos jóvenes, chicos y chicas, que en Estados Unidos, España, México, etc. hacen la promesa de conservarse vírgenes hasta el matrimonio.

- “¡Esto es imposible! -decía un señor- ¡hoy por hoy la pureza es imposible! Hace daño, psicológicamente te estresa.

¿Seguro? Y sin embargo cuando hablo con estos chicos, con estas chicas de quince a veinticuatro años, me parecen de lo más normales, sin complejos, sin tensiones. Claro, no son ingenuos. Bien saben que tienen que luchar día a día para mantener esa promesa que han hecho. Porque si se abandonan poco a poco...

¿Dónde radica esta fuerza? Me dijo una vez un joven célibe: -“es que cuando uno ha conocido el mar; las pozas y charcos no te llaman ya tanto la atención”.

Lo que este joven quiso decir fue que ante el amor verdadero, el amor a Dios, a la familia, a la novia, al novio... ese amor que está destinado a enriquecerte para siempre, los demás placeres, los demás gustillos, las salidas alternativas, - vamos, para entendernos- la impureza (pornografía, erotismo, prostitución) pierden todo valor. Es en ese amor auténtico, y no en las falsificaciones del amor, donde se halla la verdadera felicidad.


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Aborto y objeción de conciencia


Objeción de ciencia en la práctica médica
Por Natalia López Moratalla,

Cuando unas normas jurídicas pretenden obligar al profesional sanitario a realizar una determinada intervención (aborto, asistir a un suicidio, diagnóstico prenatal con fines eugenésicos...), se apela en muchos casos a la objeción de conciencia. Pero antes de plantear la regulación de este derecho, hay que preguntarse si no existe frente a estas normas conflictivas una «objeción de ciencia», basada en estrictos criterios médicos.


Una normativa que plantea al profesional un conflicto entre el deber de cumplirla y el deber de seguir su conciencia, tiene que ser revisada en sí misma, antes que tratar simplemente de regular el derecho a ejercer objeción de conciencia. Aquí entra en juego el deber que tiene todo profesional competente de dar las «razones de ciencia» que tiene para oponerse a cumplir la norma, sea cual sea su ideología y religión.

El aborto no es un acto médico. Es un hecho que los poderes públicos no han exigido el cumplimiento de la legislación sobre el aborto, al permitir que se haya realizado impunemente fuera de los supuestos despenalizados.

La solución jurídica no puede consistir en imponer un registro del personal sanitario de objetores de conciencia al aborto, y de esta forma poder cerrar puertas por sus convicciones al profesional que se niega a realizar tal prestación en un centro sanitario público.

La razón esencial que justifica la oposición del personal sanitario al aborto es que participar en la destrucción de la vida de un feto humano no es un acto médico.

Hace 23 años se podía pensar que tal vez, y en determinadas condiciones, un embarazo ponía de hecho en peligro la vida de una mujer y su salud física. Hoy no hay que recurrir al aborto para tratar las dolencias de la mujer embarazada. Hace 23 años se podía ignorar el peligro que el aborto supone para la salud mental de una mujer; hoy se sabe que el embarazo no genera un problema de salud psíquica en la gestante, mientras que su voluntaria interrupción ha creado ya un aumento espectacular del Síndrome Post Trauma, de graves consecuencias. Ya sólo el conocimiento del riesgo para salud mental de la madre es de por sí suficiente para justificar la objeción de ciencia del profesional sanitario al aborto.

El presupuesto incuestionable de que lo que le corresponde al médico es curar, y paliar lo que no pueda curar, hace que la eutanasia no pueda formar parte de las prestaciones exigibles al profesional sanitario. Es más, de hecho esta acción es un delito tipificado en el Código Penal (art. 143.4) como «delito de auxilio o colaboración en la muerte de otro». Nadie puede ser obligado a realizar un delito. La medicina del final de la vida se eleva entre dos fosos delictivos: la eutanasia directa, tanto por acción que cause la muerte como por omisión o interrupción deliberada de un tratamiento curativo necesario para la supervivencia del paciente; y el encarnizamiento terapéutico que lleva a aplicar tratamientos ya inútiles para la curación del paciente, tanto si son sencillos como sofisticados. La cuestión es si son útiles o son inútiles para curar.

En estos y en otros casos donde hoy se quiere convertir al profesional en ejecutor de prácticas no justificadas por razones sanitarias, es la ciencia médica la que eleva su objeción frente a una imposición ideológica.
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Pon un alto al estres


30 Tips anti-estres

1. Disfruta cada día.

2. Levántate a tiempo para empezar el día sin apuros.

3. Deja un poco de tiempo extra para hacer las cosas o llegar a algún lugar.

4. Aprende a decir que no a proyectos que no pueden introducirse en tu horario de trabajo o que comprometerían tu salud mental.

5. Delega tareas a personas capaces.

6. Simplifica tu vida.

7. Recuerda que menos es más.

8. Ordena tu tiempo. Dale más tiempo a grandes cambios o proyectos difíciles.

9. Organízate de tal manera que cada cosa tenga su espacio.

10. Escribe las cosas.

11. Todos los días encuentra un momento para estar a solas contigo mismo/a.

12. Haz suficiente ejercicio.

13. Aliméntate bien, con una dieta saludable y balanceado/a.

14. Bebe agua. Tu cuerpo se deshidrata cuando estás bajo estres, tensión ó ansiedad. Beber agua contribuye a la relajación.

15. Haz oración.

16. Descansa lo suficiente.

17. Toma un baño relajante.

18. Camina, ponte ropa cómoda y camina un rato. Una caminata al aire libre, de 10 a 30 minutos diarios, te ayuda a relajarte.

19. Lleva contigo algo para leer mientras esperas en colas.

20. Cultiva un hobbie o afición.

21. Sonríe.

22. ¡Ríe más fuerte!

23. Desarrolla una actitud tolerante; la mayoría de las personas tratan de hacer las cosas de la mejor manera posible.

24. Habla menos, escucha más.

25. Sé amable con las personas que no lo son; tal vez ellos lo necesitan más.

26.Rodeate de recuerdos lindos, enmarca tus fotos favoritas y colócalas en un sitio visible, pon frases positivas en lugares visibles.

27. Reduce el ritmo, aprende a disfrutar cada momento de tu vida.

28. Empieza a buscar amistad con gente feliz y no estresado/a.

29. Ve a dormir en el momento preciso. Duerme mínimo 7 horas

30. Todas las noches, antes de dormir, haz un examen de conciencia y un recuento de todas las cosas buenas que tuviste en ese día.
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Las oraciones del buen cristiano durante el día


Vida de oración
Autor: P. Octavio Ortíz de Montellano | Fuente: Escuela de la Fe. D.A.R.

Una tarea irrenunciable de toda formadora es ayudar a crear un auténtico hábito de oración, desde el noviciado.


Vida de oración
La vida interior y la vida de oración

Veremos a partir de ahora lo referente a la vida de oración y sacramental. Los muchachos cuando entran a un convento de clausura demuestran un sentido de reverencia por muy gamberros que sean. Esto porque las religiosa lleva como un alo de santidad que provoca esa reverencia por pare de la gente.




El amor por la oración

Una tarea irrenunciable de toda formadora es ayudar a crear un auténtico hábito de oración, desde el noviciado. La primera tarea es ser nosotras mismas mujeres de oración. (Anécdota del Papa que no era encontrado por ningún lado, hasta que lo encuentran en la capilla).Si vosotras sois mujeres de oración, Dios bendecirá a vuestras hermanas. Es muy bello practicar la maternidad espiritual, porque antes de hablar de Dios, hay que hablar con Dios, debemos temer a las personas que hablan mucho de Dios pero no hablan con Dios.

Instruir a nuestras religiosas sobre el valor de la oración: Desde los primeros pasos en la vida consagrada. A través de la oración se gusta a Dios y se encuentra confort espiritual.

Este medio de la oración debe ser aprovechado a fondo por la persona. Y la maestra de novicias, debe introducir a las novicias en este arte. Le hará gustar el meollo de la vida consagrada. Así se asegurará su perseverancia y el gusto por las cosas de Dios. Hay que tener mucha paciencia especialmente en los momentos de sequedad. Orar es ponerse a la escucha de Dios, esto se da de diversas maneras pues Dios no es percibido como las demás cosas. A Dios no lo vemos y no entra por los sentidos. Lo vemos con los ojos de la fe. Acercándonos a Él , sentiremos la necesidad de orar con más frecuencia. Los momentos de desolación pueden venir de la propia falta de lucha o de una permisión de Dios. Es común entre los jóvenes de hoy y las jóvenes, que tengan muy poco hábito de oración por el esfuerzo que conlleva. En ellos especialmente hay que formar el hábito serio de la oración, aunque por ello tienen más necesidad de una guía. Orad por ellas.

Hay que explicar bien la naturaleza de la oración: Debemos introducir progresivamente a las religiosas en al arte y en el ejercicio de la oración. Comenzando por qué es la oración, aunque lo sepan por experiencia personal. Adelante hay unas cuantas definiciones de oración:

Sta. Teresa de Lisieux. “Para mí la oración es un lanzamiento al corazón, una simple mirada al cielo, un grito de gratitud y de amor en la prueba como en el gozo”.

Sta. Teresa de Jesús: “la oración no es otra cosa que un acto de amor, una relación de amor y de amistad, un frecuente entretenimiento a solas con Aquel que sabemos que nos ama”.

San Juan Damasceno: “elevatio mentis in Deum. Una elevación de la mente a Dios”.

Santo Tomás de Aquino: “La elevación de la mente a Dios para alabarlo y pedirle cosas que nos lleven a la vida eterna”.

La oración es un diálogo íntimo con Dios que fortalece el alma. Y da razón de ser a nuestras vidas llevándonos a la voluntad de Dios. Es una renovación a partir de Dios. En ella hay que meter toda la persona: imaginación , sentimientos, corazón, voluntad e inteligencia. No es un tratado de teología, sino una experiencia con Dios. Es un diálogo íntimo con Dios amor.

Haremos bien explicando la diferencia entre el fervor sensible y el fervor resoluto. El fervor es la actividad permanente de perfección espiritual, Esta definición es importante y esconde el éxito de tantas almas. En la vida espiritual trabajar con pureza de intención es sinónimo de victoria, actividad permanente, disponibilidad total a Dios. Como el caso de Josefina Bakhita, una religiosa conversa del Sudan, que después de haber vivido terribles humillaciones, como la esclavitud, siendo religiosa durante más de cincuenta años en el Instituto di S. Maddalena di Canosa, fué testimonio de oración y de amor a los demás en Schio: fue cocinera, camarera, portera... Esto es fervor de toda una vida. El fervor puede ser sensible, si la voluntad va de acuerdo con gusto con el cumplimiento de la voluntad de Dios. El fervor es resoluto si falta el gusto sensible. Es importante explicar el papel que juegan los sentimientos en la oración, sobre todo a las jóvenes religiosas, que no oran pues no experimentan consolación, entonces creen que no están haciendo verdadera. “Quien ha comenzado la vida de oración, que no se retire”, solía decir Santa Teresa de Jesús, con determinación, porque la oración no consiste en sentir cosas bonitas sino es un diálogo con Dios.

Las dificultades de la oración

Las distracciones son las dificultades más comunes en la oración. A pesar de los esfuerzos, la imaginación se pone a volar. Apenas uno comienza a orar y a meditar, vienen a la mente miles de cosas pendientes. En ese momento parece que cualquier otra cosa es más importante. Esa lucha por no distraerse hace sufrir al alma. Hay que diferenciar las distracciones voluntarias de las involuntarias.

Otra dificultad es la aridez espiritual, por la que el corazón parece insensible a las realidades espirituales. Esto puede llegar en el noviciado una vez que han pasado las consolaciones de Dios, pueden venir en la vida religiosa madura. Es el momento para aplicar la fe y permanecer con Jesús en el apostolado o acompañar a Cristo en el huerto de los olivos. “Si el grano de trigo no cae en tierra y muere, no puede dar fruto” (Jn, 12,24).

Debemos distinguir la aridez de la pereza. A veces nuestras jóvenes llaman aridez a lo que no es más que pereza y flojera. Con la pereza no hay lucha espiritual, no se recoge el alma. La persona huye del esfuerzo, se duerme, se asoma por la ventana... Esta situación deriva en la acedia.

Otra dificultad es la rutina o tibieza de alma. Con ella el alma va a la oración sin entusiasmo, sin fervor, parece la tarea más ardua. Es una dificultad peligrosa que ese puede convertir en un estado en el que se debilita el alma y pierde poco a poco la energía espiritual. Es como un enfermo que un día se debilita y deja de comer , hasta que muere y con ello la ruina de la vocación. Debemos combatir con esfuerza la tentación de la rutina y ayudar a las religiosas a no dejarse llevar y a no abandonar el camino de la perfección, sin dejar de vivir en profundidad su vocación de esposa de Cristo.

Un´ altra tentazione, alla quale la presunzione e la tiepidezza apre la porta, è l´accidia. Con questo termine i Padri della vita spirituale intendono una forma di depressione dovuta al rilassamento dell´ ascesi, ad un venir meno della vigilanza, alla mancata custodia del cuore. « Lo spirito è pronto, ma la carne è debole.

Finalidad de la oración

Adorar a Dios, como Creador, como Señor, reconocerlo como nuestro principio y único fin y adorarlo.

Agradecerle todos los beneficios que de él hemos recibido durente la vida.

Pedirle favores. Dios quiere que sintamos necesidad de Él, para que nos orientemos a Él con confianza.

Pedir perdón por todas las deficiencias en su servicio y por las ofensas.

Ofrecerle lo que somos. En la base de toda oración está siempre el concepto de ofrenda.

Los tipos de oración: introducir a las religiosas en los diversos tipos de oración

Oración vocal: En la vida común, la oración vocal es muy importante, expresa la unión de la comunidad con Dios a través de gestos, cantos, etc. Ayuda a formar la unidad en al comunidad, porque orar juntos es imitar a María y los apóstoles en el cenáculo con María. Oramos juntos las oraciones de la mañana, el ángelus, el rosario, los himnos y salmos, las oraciones de la noche. Lo importante es que las palabas expresen el deseo del corazón. ¡Qué bonito es orar juntos en el rosario con cantos!

Oración litúrgica Por nuestra vocación religiosa estamos llamadas a la santificación de cada momento de la jornada a través de la oración . Esta oración es la que hace la Iglesia y la dirige a Cristo como esposa. En ella se encuentra toda una catequesis bíblica, especialmente en los Salmos..

Meditación mental Hablaremos de la oración discursivo afectiva. Debemos introducir a las religiosas desde los primeros pasos. Ésta se realiza en particular sea en la capilla o en la propia habitación

Preámbulos Puede durar una hora o media según el reglamento de cada orden. Se hace al inicio del día para que marque el resto del día. Comienza con el canto del Veni Creator, para pedir ayuda al Espíritu Santo. Luego se hace un acto de presencia de Dios: “Señor, que estás aquí. Creo en Tí, espero en Tí, te amo sobre todas las cosas, Tú eres el amor de mi alma”. Es importante hacer un sincero acto de humildad. Dice el catecismo de la Iglesia católica: “La humildad es el fundamento de la oración” n. 2559. Cuando estamos delante de Dios nos debe invadir el estupor y exclamar: “Señor aléjate de mí, que soy un hombre pecador”. Si iniquitatis observaveris Domine, Domine quis sustinevit? Después de esto, pongamos en las manos de Dios el fruto de la meditación. Es importante para que a oración discurra con naturalidad.


El cuerpo de la meditación Luego de lo anterior de desarrollan los puntos de la meditación Si la meditación es discursiva: reflexiones, consideraciones. En la afectiva, vienen los coloquios, la conversación íntima con Dios. Un consejo es que la maestra de novicias haga la oración en voz alta, como la mamá en casa. La novicia descubre cómo se hace la oración y ya puede hacerlo por sí sola. Los puntos que se van a considerar, se toman de la Sagrada Escritura, del magisterio de la Iglesia de un buen libro espiritual. De los escritos de la fundadora o fundador, de los Padres de la Iglesia, etc. Debéis ayudar a las religiosas a encontrar buenos textos para la meditación, para que no caigan en autores que parecen católicos y no lo son. Debéis responder a Dios de cada consejo y cada orientación que habéis dado a vuestras hermanas.

Finalmente si hace un propósito acorde a los puntos que se han desarrollado y que vaya en sintonía con el fruto que se ha perseguido y por el que se ha pedido a Dios. Es bueno escribirlo para recordarlo durante el día.

Las otras partes de la oración son: la preparación remota, es una reparación durante el día por medio del silencio, el recogimiento, los actos de presencia de Dios, etc. Preparación próxima: el gran silencio durante la noche no ayuda a prepararnos a la oración. La preparación de los puntos constituye la preparación inmediata, al levantarnos debemos recordar y reflexionar sobre estos puntos.

La oración de la fundadora o del fundador.

Para las religiosas la oración de la fundadora o del fundador es una escuela de oración, Dios ha querido dar a cada congregación un carisma a través de una personal, los escritos, las cartas, las oraciones, son tesoros.. Los primeros maristas se ponían guantes para consultar los escritos de Marcelino de Champagnat, como ejemplo de veneración por los escritos del fundador.


Los institutos están invitados a proponer con esfuerzo la inventiva y la santidad de los fundadores como respuesta a los signos de los tiempos. Esta invitación era ante todo dirigida a la perseverancia en el camino de santidad. Invita también a encontrar un apostolado propio del carisma y con él ofrecer a la Iglesia la dinámica de la propia aportación. Para ello hay que adaptar el carisma a las necesidades de hoy en la fidelidad al mismo, renovando cuanto de renovable tenga. Es muy importante no alejarse de la inspiración de la Regla para mantenerse fieles a lo genuino del carisma. (ver Vita Consecrata n. 37).


38. La llamada a la santidad es acogida y debe ser cultivada en el silencio de la adoración delante de Dios. Debemos confesar que todos tenemos necesidad de este silencio. Debemos ser como Moisés que bajaba de la presencia de Dios irradiándola a quienes encontraba en el camino. Debemos buscar la fidelidad a los tiempos dedicados a la oración y a la contemplación a riesgo de convertirnos en robots, fieles a la adoración y al cultivo de la vida espiritual en nosotros, buscando los medios que vayan en esa línea como retiros mensuales, ejercicios espirituales, etc.

Necesitamos también recurrir a los ejercicios de piedad como la ascesis y la tradición espiritual de cada instituto. Éstos constituyen un excelente medio para el auténtico camino de santidad. La ascesis ayuda a dominar y corregir las tendencias de la naturaleza humana, herida por el pecado, es indispensable a la persona consagrada para seguir el camino de la Cruz de Cristo. Por ello también se debe conocer la sociedad moderna para responder a sus necesidades más profundas y ser ejemplo y fermento en la masa sin ceder a las tentaciones diabólicas que por todas partes nos acechan. Debemos cuidar siempre que el fervor no disminuya o dé paso al desánimo. Tampoco debe insinuarse un complejo de superioridad por la formación espiritual adquirida, respecto a otros fieles. Recordemos también que toda eficacia en el apostolado depende sólo de Dios y no del propio esfuerzo ni de los medios humanos, llevando el mensaje del Reino a todos, cualquiera que sea su condición social o espiritual. Es importante superar los nacionalismos. Y todo lo que vaya en esa línea que sea susceptible de ser purificado y elevado a la luz del evangelio. En el pasaje de la lucha de Jacob son el ángel, toda persona consagrada debe ver el esfuerzo ascético que se requiere para la fidelidad a la propia vocación y unión con Dios para dilatar el corazón y abrirlo apara acoger a los hermanos y al Señor.

El recogimiento

Estar tranquilo Superar todas las divisiones internas propias de la sociedad moderna y del ajetreo de la vida diaria con sus preocupaciones y pasiones. Es preciso alejar los deseos desordenados y retornar al Único que realmente importa. Recogerse es decirse a uno mismo “Ahora no tengo más cosa que hacer que orar durante los próximos minutos y quiero estar libre en este momento sólo para esto”. Las distracciones son lo más normal en una sociedad vuelta a lo externo, a la imagenito qualche altro pensiero. Pero por ello tiene necesidad de ser escuchado y de serenarse. En esas circunstancias parece que todo es importante y urgente por encima de la oración libro, un giornale, gli sembra più importante e la preghiera un puro perditempo. Entonces lo que hay que hacer es serenarse, ponerse en las manos de Dios. Recogerse significa vencer el engaño de que las cosas externas son más importantes y liberarse de las mil preocupaciones tontas, dando importancia sólo a Dios.


Estar presente es ser consiente de uno mismo y estar en presencia de Dios es tener la conciencia de que se está delante de Dios. La finalidad de estar en presencia de Dios es la de estar unido a Él. Implica estar despierto, es decir, con la clara conciencia de lo que uno está haciendo, en este caso consiente de que estamos en compañía de Dios.

El recogimiento no es un acto, sino una actitud del alma que se ha retirado para estar con el amado. No es fácil el recogimiento, sobre todo cuando desaparece el interés, después del primer empuje. Aquí hay que ser constantes no dejando el esfuerzo y motivándonos con razones espirituales y sobre todo no quedándonos en la dificultad sino yendo a los motivos últimos por los que estamos haciendo las cosas.


La oración debe comenzar con el recogimiento. Esto no es fácil porque implica romper con cualquier otra actividad por urgente o importante que parezca. Debemos estar sobre nosotros mismos para no dejarnos llevar por las distracciones.

Del recogimiento depende todo el resto de la oración. De ello depende el que saquemos fruto, pues el recogimiento es ya una oración. Debemos aprovechar las distracciones para convertirlas en oración


La Lectio Divina

Introducción

La palabra lectio divina se encuentra dos veces en el catecismo de la Iglesia Católica (nn. y 2708) la lectio divina consiste en la meditación de la Palabra de Dios, tomando un tema para su profundización. No es sólo una consideración, sino que busca la identificación total con Cristo.

La exhortación apostólica Vita Consecrata nos ofrece tres características de la Lectio Divina: favorece la meditación de la Palabra de Dios (n. 6) Es un medio por el que también se favorece el ecumenismo (n. 101):
94. La Palabra de Dios es la primera fuente de toda espiritualidad cristiana. Alimenta la relación personal con Dios vivo y con su voluntad santa y santificante. Por ello la Lectio Divina, desde el inicio de la vida monástica, ha sido altamente considerada. Gracias a ella la Palabra de Dios transforma la vida y proyecta a la persona a la luz del Espíritu Santo. Aunque toda la Sagrada Escritura es útil para enseñar, y fuente perenne de vida espiritual, sin embargo el Nuevo Testamento merece particular veneración y sobre todo los Evangelios, que son el corazón de toda la Escritura. Ayudará por ello a la almas consagradas, meditar continuamente los textos evangélicos, donde encontramos las palabas y el ejemplo de Cristo y de la Virgen María. A ellos se han referido siempre los fundadores y fundadoras en la acogida de la voluntad de Dios en sus vidas y para sus institutos.


La definición de la lectio divina

La lectio divina fue usada con bastante frecuencia junto con la lectio sacra en la literatura patrística de los siglos IV y V. San Jerónimo decía que el alma debe alimentarse todos los días con la Palabra de Dios y la lectio quedó desde el inicio incluida en la práctica monacal de la ascética y así se transforma en la fuente de la espiritualidad monacal.

La Lectio es una meditación y una lectura reflexiva de la Sagrada Escritura. Es divina porque incluye la Palabra de Dios y porque se trata de un coloquio con Él, en un diálogo entre dos: el alma y Dios.


Es una lectura de la palabra de Dios a través de la cual nos esforzamos por asimilar la sustancia, es una lectura que se hace en la fe, en el espíritu de oración, creyendo en la presencia actual de Dios en al alma a través del texto sacro, nuestra actitud debe er de obediencia y de una plena donación a las promesas y exigencias divinas.

Se parte de la lectura de la palabra de Dios, con calma, penetrando en el misterio. Luego viene un esfuerzo por asimilar la sustancia de esa palabra, aquí entran todas las facultades de la persona. Esta lectura se hace en la fe, no es una interpretación privada, va de acuerdo al magisterio de la Iglesia y de la tradición. Lejos de desarrollar una espiritualidad individualista, debe mirar a formar la comunión con los demás.


Esta reflexión se hace en un espíritu de oración, no es sólo una consideración intelectual de un acontecimiento, no es sólo un sentimiento o una emoción, sino una auténtica oración. Creyendo que Dios habla al alma a través del texto sagrado.. esto se funda en tres verdades:

Sentido de trascendencia de la Palabra de Dios. La convicción de que la Biblia es un libro vivo y: una visión unitaria de la Biblia que ve todos los acontecimientos convergiendo en Cristo.

Los criterios para la lectio

a) Es una lectura preparada con la ascesis.
b) Es una lectura dialógica. Es decir, consiste en un diálogo con Dios. Pues es Dios quien habla, no es una lectura de cualquier libro. En este diálogo se busca ante todo la voluntad de Dios en obediencia y disponibilidad absoluta.
La meditación. Con ella se trata de crear un espacio interior para la Palabra y se trata de escucharla con el corazón, a ejemplo de María, Conservabat omnia verba haec conferens in corde suo. Meditándolas en su corazón... buscando que la palabra de Dios llegue hasta lo profundo del ser modelando nuestra alma.
La oracióo consiste en la aceptación de la voluntad de Dios a través de la contemplación. La contemplación leva a la alabanza de Dios

La liturgia de las horas

El don de la liturgia de las horas

Todo el universo debe cantar un himno de alabanza a Dios Nuestro Señor. Todas las creaturas no humanas alaban asl señor de modo espontáneo. Al hombre le toca ser el director del corograndioso de creaturas, los hombres alabamos al Señor en nombre de todo lo creado. Aquí se manifiesta que el amor de Dos hacia nosotros es infinito.

Quis dat?
Cui dat?
Quo et quanta dat?
Quo amore e quo desiderio dat?
¿Quién da?
¿A quién se lo da?
¿Qué y cuantas cosas da?
¿Con cuánto amor y con qué deseo lo da?

Ante un amor así de grande y gratuito qué otra cosa puede hacer el hombre. Nunca podremos ensalzar a Dios como se merece. Por ello toda nuestra vida debe ser un cántico de alabanza a Dios por su infinita grandeza.


El ministro de la alabanza divina


Cuando recitamos la liturgia de las horas estamos alabando a Dios a nombre de toda la Iglesia como esposa. Este homenaje lo ofrecemos en nombre de Cristo, que ofrece a Dios un cántico nuevo. Deus canticum novum cantabo tibi, psalterio decachordo psallam tibi (Salmo 143) Quien recita la liturgia de las horas no lo hace, pues en nombre propio sino en nombre de la Iglesia y de Cristo que se dirigen al Psdre.

La belleza de la liturgia de las horas

El oficio, como lo hemos visto arriba es la alabanza de la Iglesia, cuerpo místico de Cristo a Dios por ello los salmos se convierten en vox Christi et voces spiritus sancti. Vox Ecclesiae.

Los oficios contienen:
Las mejores citas de la Sagada Escritura, que se van renovando cada año.

Las palabras de los Padres y Doctores de la Iglesia que comentan los misterios del año litúrgico.

La vida y las gestas de los más grandes héroes de la Iglesia.

Las oraciones más solemnes, más afectuosas y más devotas que podemos dirigir a Dios.

Gli inni più belli della Chiesa
La liturgia liturgia de las horas en una escuela de oración y de experiencia con Dios, y además de conocimiento de Él. Nos ofrece siempre un rico material para la oración y para la meditación de la mañana, para las reflexiones durante el día y para la lectura espiritual y para la predicación y la catequesis e incluso para la dirección espiritual. Y todo esto se nos ofrece cualquiera que sea el estado del alma, y el tiempo litúrgico del año.

Elementos de la liturgia de las horas

Los himnos, son composiciones líricas de la Iglesia que normalmente terminan con una doxología.

Los Salmos, son la voz de Cristo, de la Iglesia y del Espíritu Santo. Son pesados si se recitan sin recogimiento y sin reflexión.

Deben ser recitados elevando el corazón y los sentimientos como apoyo a la oración personal, tratando de sacar el mayor fruto de los mismos para la vida personal y para el apostolado.

Cánticos bíblicos, que no pertenecen a los salmos pero que provienen de la Sagrada Escritura.

Las lecturas, van en conformidad con el año litúrgico y son las que corresponden a la Misa. Son una actualización del misterio de Cristo y de la salvación.

Responsorios, con ellos la lectura se transforma en oración.

“Preces” Son oraciones conclusivas que sintetizan los sentimientos orantes y sirven de conclusión del oficio, expresan las diversas necesidades del hombre.

Silencio sacro, sirve para acoger la resonancia de la voz del Espíritu Santo, la persona ofrece su oración personal a la de la Iglesia.

Las horas litúrgicas

Invitatorio: Introduce la recitación del breviario.
Las laudes, se recitan en la mañana antes de las nueve, invitan a la consideración de la Resurrección de Cristo.
Oficio de las lecturas. Profundiza en los textos de la Sagrada Escritura y pueden ser recitados durante el día.
Hora media, guarda relación con la pasión de Cristo y hay tres momentos: la hora tercia, la hora sexta, la hora nona.
Vísperas, guardan relación con la última cena y con el misterio de nuestra salvación. Se hacen al atardecer, después de las cinco.
Completas. Antes de ir a dormir y guardan relación con Cristo colocado en el sepulcro.

Modo de rezar la liturgia de las horas

Dignamente.
Por razones del tiempo, distribuidos durante la jornada.
Por razones de lugar, donde sea posible el mejor recogimiento. Se concede indulgencia a quien la recita delante del Santísimo Sacramento. Atentamennte. Pronunciando bien las palabras sin omitir ninguna. Procurando entender el sentido, haciéndolo nuestro.
Teniendo la mente fija en Dios, conscientes de que son plegarias dirigidas a Dios.
Devotamente. Como una oración y no como una simple lectura. Despacio porque la prisa es un enemigo de la oración, como decía San Francisco de Sales.


Frutos de la liturgia de las horas

No hay que olvidar que somos personas consagradas y que todo en nosotros está consagrado a Dios, por un lado y por el otro que Jesucristo lo ha santificado todo por ello decimos “en Cristo, por Cristo y con Cristo”. Cristo se entregó totalmente a la humanidad acercándose plenamente a ella. En él el hombre queda elevado a un rango superior y con una nueva dignidad (Redemptor Hominis 11).
En la liturgia de las horas el hombre se santifica y realiza su vocación de consagrado. La Iglesia al rezar está sirviendo de medio para esta santificación. Se trata de que Cristo, permee toda la vida y recorra la vida con nosotros y nosotros su vida divina con Él. Con la liturgia de las horas el hombre cumple con la más alta misión que es la alabanz
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¿La Iglesia debe modernizarse?


¿Qué es la Iglesia?
Autor: P. Clemente González | Fuente: Catholic.net

Hoy en día hay muchas iglesias y denominaciones que dicen ser los verdaderos seguidores de Cristo


¿Qué es la Iglesia?
Hoy en día hay muchas iglesias y denominaciones que dicen ser los verdaderos seguidores de Cristo. Sin embargo, en los inicios del cristianismo no era así. Había una sola Iglesia y todos los cristianos permanecían unidos bajo las enseñanzas de los apóstoles.





Hoy hablaremos de cuál es esta Iglesia, y para qué funda Cristo una Iglesia.

Hay personas que encuentran, muchas veces, a la Iglesia como un obstáculo, incluso reconocen que prefieren ir a la Iglesia sólo cuando lo sienten. Otros, sostienen que en la Iglesia católica hay muchas normas y prefieren dejarla. Y hay quienes alegan que ellos prefieren confesarse directo con Dios, o que tratan de acomodar los Mandamientos de la Iglesia según su conveniencia.


¿Por qué Cristo fundó una Iglesia?

Hay muchos cristianos que encuentran a la Iglesia como un obstáculo por las normas, las reglas y la estructura; creen que los asfixia y sugieren entonces vivir algo espontáneo, sin lineamientos. Pero, si lo pensamos bien, no podemos vivir un auténtico cristianismo sin la Iglesia fundada por Cristo.

Sin la Iglesia, el cristianismo se hace inofensivo. La Iglesia traduce el cristianismo en un cristianismo real. Sin la Iglesia, el Evangelio sería como cualquier libro o como una plastilina en donde cada quien modelaría su propio cristianismo, el que quisiera, como más le convenga o le guste, haciendo a un lado aquello que le desagrada y exige.

Hay personas que pueden decir que son católicas, pero que nunca van a Misa, que no se acercan a la Iglesia y sus sacramentos, o que están lejos del Papa y los sacerdotes, representantes de Cristo, y no se dan cuenta que justamente la Iglesia es al Católico como la tortilla a un taco (valga la comparación sencilla): sin la tortilla no hay taco, pues sin la Iglesia no hay cristianismo.

Es la Iglesia la que traduce al cristianismo en un compromiso real y que pone lo rieles de nuestro tren para que sepa hacia donde ir; no puede ser un estorbo para un verdadero cristiano. Es un estorbo sólo para aquellos que quieren vivir el cristianismo como les viene en gana, y que deciden hacerla a un lado y fundar su "iglesia propia".

Por ejemplo, el joven que se escapa de la escuela, que dice sentirse muy feliz y contento por que no hay quien le exija, aún cuando sabe que su deber es estar estudiando; sólo se engaña a él mismo. Pues en nuestra religión, es la Iglesia la que nos pone las normas, la que hace que el cristianismo sea compromiso, la que nos motiva e impulsa a seguir, la que responde nuestras dudas, la que nos señala por donde ir, que nos da un espíritu de lucha, de superación, de esfuerzo, de exigencia, reto y autoconquista para transformarnos en otro Cristo.

Es gracias a la Iglesia que sabemos que lo importante no era tener el cabello largo, usar sandalias, y traer túnica para ser católico. Sin la Iglesia, el cristianismo no hubiera pasado de ser el club de amigos de Jesús de Nazaret. Fue la Iglesia la que propagó, perpetuó y creó ese movimiento de fe, amor práctico y compromiso de vida. Para eso Cristo creó su Iglesia para que perpetuar a lo largo del tiempo su mensaje.


¿Por qué, a veces, estorban las normas de la Iglesia?

La única respuesta es por falta de amor. Por ejemplo, cuando tu amas a una persona estás dispuesto a hacer todo lo que ella te pide: hasta te sacas diez en el examen, o hasta te cae bien tu suegra. Dejas todo por corresponder a ese amor que te tienen, cumples con tus responsabilidades y hasta dejas el partido de fútbol por estar con esa persona.

Cuando se ama, aún el gesto más sencillo, un pequeño detalle lo sabemos apreciar. Si decimos ser cristianos y amar a Cristo, ¿por qué entonces no sabemos apreciar lo que Cristo hizo por nosotros al dejarnos concretamente, y sin fallas, todo lo que quiere que hagamos y como hacerlo?

Hay veces en que apreciamos más un detalle que nos brinda un desconocido, que el gran regalo que nos tiene Cristo; y hasta lo dejamos a un lado con el moño puesto.

Cuando hay amor no dejas a Cristo abandonado con los brazos abiertos por que te pidió que hicieras ciertas cosas: te das por completo aceptando las normas y condiciones. Como cuando una pareja se va a casar, la novia no puede pensar "me caso contigo y te entrego toda mi vida incondicionalmente, pero yo no plancho, ni lavo, ni hago de comer". Cuando amas lo das todo sin límites, y aceptas los requisitos sin límites.

Cristo fundó una Iglesia y estableció una jerarquía a ser respetada (El Papa, los Obispos); puso unas leyes y normas para que no estuviéramos cada año, cada tiempo y cada moda re-inventando la Iglesia, sino para que vivamos en la Iglesia como Él quiso, por amor a ella y así, formemos con ella un sólo cuerpo en Cristo.


¿Qué significa Iglesia?

Iglesia quiere decir "comunidad convocada". En este caso, convocada por Cristo.

Cristo dio ciertas características a la Iglesia para que la distinguiéramos como la verdadera. Entre estas características está la unidad.

En primer lugar, unidad de fe, que se muestra por el Credo que rezamos todos los Domingos, que es el mismo que rezaban los apóstoles y describe en pocas palabras en qué creemos como católicos.

En segundo lugar, unidad de comunión, pues formamos una sola Iglesia en todo el mundo, en donde nuestro jefe, nuestro rey es Cristo, y su vicario, la cabeza visible de la Iglesia es el Papa. Es la misma en todas partes del mundo, ya sea en Cuba, en México, o en España. Igual que en los primeros tiempos, en donde existía la misma Iglesia en Filipo o en Corintio. Unidad de comunión, también porque comemos del mismo pan y formamos un mismo cuerpo (Hechos 2:42).

Es necesario que colaboremos en esta unidad, que estemos unidos entre nosotros, unidos entre los grupos sin que haya divisiones, y después, estos grupos unidos al sacerdote; y él, a su vez, al obispo y al Papa. Y así, dar testimonio verdadero de que somos la Iglesia de Cristo y que en nosotros se cumple ese deseo de Cristo, la unidad. Esta es una característica que nos distingue a los católicos.

La Iglesia es llamada, también, Cuerpo Místico de Cristo, en donde Jesús es la cabeza y nosotros todo el cuerpo. Y está viva como el cuerpo de cualquiera de nosotros lo está; y siente dolor cuando una parte se enferma; y alegría cuando una parte se mejora. Cada uno de nosotros forma la Iglesia de Cristo, y es en nosotros, en los jóvenes, donde la Iglesia se mira a sí misma. "Vosotros jóvenes sois la esperanza de la Iglesia", afirmó hacia el comienzo de su pontificado, el papa Juan Pablo II.

Gracias a muchas personas, hoy tenemos nuestra fe. Desde los primeros tiempos hasta el día de hoy, desde los apóstoles, mártires, y tantos santos que, al dar su vida, nos mostraron el valor de nuestra fe. Ahora, el Santo Padre nos dice que nosotros, que cada uno de nosotros somos la esperanza de la Iglesia, porque ahora nos corresponde tomar la estafeta de nuestra fe y transmitirla, para continuar a través de nuestro testimonio esa gran labor que Cristo ha dejado: "Id por todo el mundo y predicad el Evangelio".

Hace poco, me dijo una amiga, que desde que se cambió de la Iglesia Católica a otra distinta, vive mejor y hace más cosas buenas, y hasta ha logrado deshacerse de vicios. Podemos con esto concluir que en muchas otras "iglesias" (recuerda que es el cuerpo místico de Cristo, y ni modo que tuviera varios cuerpos) algo bueno debe haber, y si aunque sea eso bueno se vive, se pueden lograr buenas cosas; pero es necesario hacer notar que si ella hubiera vivido todo lo bueno que tiene nuestra Iglesia, simplemente llegaría a niveles como el de la Madre Teresa de Calcuta: a la santidad.

Si nosotros la viviéramos, la conociéramos y la amáramos, nos daríamos cuenta de todas sus características y podríamos sacarle más fruto que cualquiera de las otras. Es importante que usemos los medios que nos ofrece la Iglesia Católica, como ir a Misa, confesarse, leer la Biblia, participar en grupos parroquiales, conocer la palabra y escritos del Santo Padre. Es importante conocer, amar y vivir lo que en ella se enseña.


Notas de la Biblia

1. San Juan 17, 20, nos habla de cómo Cristo es quien convoca la Iglesia, nos invita a que seamos una sola Iglesia.

2. Carta a los Efesios 4,4, nos describe la Iglesia que predicaba San Pablo, una sola.


En resumen:

- Cristo fundó la Iglesia, la única y auténtica depositaria de lo que Dios quiere de nosotros, y puso a Pedro y a sus sucesores, los Papas, para reconocerla como la verdadera y para guiarla.

- Un católico que no vive dentro de las líneas de la Iglesia, es como un tren que decide no seguir las vías... ¿has oído de las consecuencias de un descarrilamiento?

- Hay personas que hacen su propia iglesia porque no quieren seguir reglas ni obedecer; por comodidad.

- Un verdadero miembro de la Iglesia vive diariamente el mandato de Jesús: "Id por todo el mundo, y predicad el Evangelio..."

- Si viviéramos en profundidad todo lo que la Iglesia Católica nos recomienda, llegaríamos al máximo nivel y plenitud que un hombre y una mujer pueden llegar: la santidad.
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Quiérete a tí mismo


En busca de la autoestima perdida.

El tema de la autoestima suele ser uno de los más tratados en publicaciones y otras producciones de psicología divulgativa.

El tema de la autoestima suele ser uno de los más tratados en publicaciones y otras producciones de psicología divulgativa. No siempre del modo más profundo o claro. Contra esta superficialidad intenta reaccionar Aquilino Polaino, autor del libro que aquí reseñamos. El Dr. Polaino es un psiquiatra y educador con muchos años de experiencia clínica y pedagógica, como Catedrático de Psicopatología en la Universidad Complutense de Madrid durante más de treinta y cinco años, y actualmente como Director del Departamento de Psicología de la Universidad San Pablo-CEU de Madrid.

En este libro, el renombrado psiquiatra español “revisa el concepto de autoestima, así como su génesis y desarrollo, pero desde una perspectiva crítica muy singular”, como dice José Manglano en el Prólogo (p. 11). Esto no significa que la obra pretenda ser principalmente un tratado erudito y académico sobre el problema del amor a sí mismo, de aristotélica memoria. Esto se ve reflejado en el estilo coloquial de la obra, que responde al hecho de tener como base una serie de conferencias dadas por el autor sobre esta materia. A pesar de la abundante referencia bibliográfica de tipo científico, la obra es accesible a cualquier lector medianamente culto de nuestra sociedad. Como dice allí mismo Manglano, este libro “quiere ser más bien una guía de perplejos, es decir, un libro de orientación, que contribuya a repensar la autoestima desde una nueva perspectiva, a fin de que se haga la luz en personas confundidas y desorientadas”.

Con estas finalidades en el horizonte, el libro trata sobre el tema de la autoestima desde variados puntos de vista, con abundante referencia a la experiencia práctica, clínica, pedagógica y personal. Se abordan así su definición, los diversos factores (cognitivos, afectivos, comportamentales, sociales...) que intervienen en su génesis y desarrollo, sus distintas formas y manifestaciones, su diferencia respecto de realidades con las que se podría confundir (vanagloria, orgullo, narcisismo...), etc. Como fondo último de estas consideraciones, se descubre siempre una preocupación existencial por la dirección que está tomando la sociedad en que vivimos: narcisista, individualista y vacía de valores. Por ello, no es raro que el autor entrevea en “la cuestión del origen de nuestro ser” (p. 211), y más claramente en la relación con Dios la respuesta y luz última para comprender este tema y para estimarse a sí mismo en la medida justa. Este libro demuestra una vez más que, como decía Rudolf Allers, “la psicología para estar a la altura de sus propios deberes se ve forzada a sobrepasar sus límites”, teniendo en cuenta el fin al que el hombre fue llamado, en orden al cual únicamente se puede comprender en verdad cómo se encuentra y cómo se ama.
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Bendice y serás bendecido

Lupita:

Llevo 5 años pidiendo a Dios que mi esposo vuelva. Pero no me siento escuchada ni atendida por Él. Mi esposo ya está con otra y entre los dos me ofenden cada vez que pueden. Ya lo demandé económicamente porque ya no me quiere pasar nada. Le he dicho de todas las maneras que Dios le pedirá cuentas por la forma en que me trata. Antes de irse él decía que iba a cambiar y que le diera yo una oportunidad pero estaba tan enojada que lo corrí. Ahora que pasan los años compruebo que él sigue siendo el mismo: prepotente, egoísta, grosero. Pero creo que si lo hubiera perdonado tal vez las cosas estarían mejor. Estoy sola y siento que lo necesito. Ya me cansé de pedirle a Dios todo sale al revés.

Josefina


EQuerida Pina:
Cuenta una vieja historia que un rey anunció su próximo recorrido por el condado para saludar a su pueblo y regalarles un día de fiesta. Dos hombres que eran amigos y pasaban dificultades económicas querían pedirle ayuda. Llegó aquel día y le acompañaba un séquito de la corte real. Iba ataviado con sus mejores vestidos en seda y tanto su corte como el pueblo llevaban también sus mejores ropajes. De pronto el primer hombre le sale al encuentro gritando sus resentimientos contra el rey; vestía en harapos y reclamaba una y otra vez por el trato injusto que experimentaba. El rey y su corte lo ignoraron y de forma astuta lo quitaron del camino dejándolo entre lamentos y corajes. Más adelante, encontraron al otro hombre vestido de fiesta aunque humildemente y deseoso de poder tener algún momento de encuentro con su rey. Éste eligió acercase a la procesión en silencio.
Cuando el rey lo vio, le agradó su actitud humilde y serena y observó su presencia sencilla, entonces mandó pedir que le dieran ropa nueva y le invitaran a convivir con los cortesanos. ¡Este hombre tuvo la oportunidad que buscaba!
Esta narración nos enseña que no hay fruto jugoso en donde no se siembra con alegría. Y la palabra de Dios nos presenta las reglas de oro para ser realmente felices. Encontramos en Lc.6, 27 y en Mt. 5,38 aquel principio cristiano que tanto ha despreciado el mundo y por cuya razón nacen todo tipo de guerras:
“Amen a sus enemigos, hagan bien a quienes los odian, bendigan a quienes los maldicen, oren por quienes los insultan”.

Una razón por la cual sentimos que “Dios no nos oye”, es que aunque Él tenga previsto darnos abundantes bendiciones, ellas no llegan debido a que no respetamos su voluntad fielmente. No le obedecemos.
“¿Por qué me llaman ustedes Señor, Señor, y no hacen lo que les digo?” (Mt. 7, 24).
¿Cuándo vamos a tomar en serio la Palabra de Dios? ¿Cuánto será necesario perder para entender que Dios no miente?
Si en verdad quieres recibir las bendiciones del Señor, bendice. El verdadero cristiano no puede sentirse tranquilo al amar sólo a los suyos. Jesús es ejemplo para nosotros y afirma que es necesario hacer la experiencia de amar a nuestros enemigos y actuar a favor de ellos.
“Ustedes deben amar a sus enemigos y hacer el bien… así será grande su recompensa, y ustedes serán hijos del Dios altísimo, que es también bondadoso con los desagradecidos y malos. Sean ustedes compasivos, como su padre es compasivo” (Lc. 6, 35).

Dios siempre exige sacrificio pero cumple sus promesas y recompensa con creces. El mundo no exige nada excepto que tú te sientas bien, pero el resultado es la amargura.
Bendice y serás bendecida. ¡Haz la experiencia!
Lupita Venegas/Psicóloga
www.valoraradio.org
Twitter: @lupitavenegasdc
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Jesús no vino a juzgar sino a salvar

Dios mandó a su Hijo para salvar al mundo
Autor: Ignacio Sarre
Fuente: Catholic.net

Juan 3, 16-21. Pascua. Cristo no ha venido para condenar sino para salvarnos.
Dios mandó a su Hijo para salvar al mundo


Porque tanto amó Dios al mundo que dio a su Hijo único, para que todo el que crea en él no perezca, sino que tenga vida eterna. Porque Dios no ha enviado a su Hijo al mundo para juzgar al mundo, sino para que el mundo se salve por Él. El que cree en Él, no es juzgado; pero el que no cree, ya está juzgado, porque no ha creído en el Nombre del Hijo único de Dios. Y el juicio está en que vino la luz al mundo, y los hombres amaron más las tinieblas que la luz, porque sus obras eran malas. Pues todo el que obra el mal aborrece la luz y no va a la luz, para que no sean censuradas sus obras. Pero el que obra la verdad, va a la luz, para que quede de manifiesto que sus obras están hechas según Dios».



Reflexión


La oscuridad nos inquieta. La luz, en cambio, nos da seguridad. En la oscuridad no sabemos dónde estamos. En la luz podemos encontrar un camino. En pocas líneas, el Evangelio nos presenta los dos grandes misterios de nuestra historia. Por un lado, “tanto amó Dios al mundo”. Sin que lo mereciéramos, nos entregó lo más amado. Aún más, se entregó a sí mismo para darnos la vida. Cristo vino al mundo para iluminar nuestra existencia. Y en contraste, “vino la luz al mundo y los hombres amaron más las tinieblas que la luz”. No acabamos de darnos cuenta de lo que significa este amor de Dios, inmenso, gratuito, desinteresado, un amor hasta el extremo.

El infinito amor de Dios se encuentra con el drama de nuestra libertad que a veces elige el mal, la oscuridad, aún a pesar de desear ardientemente estar en la luz. Pero precisamente, Cristo no ha venido para condenar sino para salvarnos. Viene a ser luz en un mundo entenebrecido por el pecado, quiere dar sentido a nuestro caminar.

Obrar en la verdad es la mejor manera de vivir en la luz. Y obrar en la verdad es vivir en el amor. Dejarnos penetrar por el amor de Dios “que entregó a su Hijo unigénito”, y buscar corresponderle con nuestra entrega.

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Cómo volver a Jesús si lo he perdido

CUANDO CRISTO NACE EN EL CORAZÓN

Querida Lupita:

Gracias por ayudarnos a creer que los criterios del Evangelio se pueden vivir. Asistí a mi cursillo en Cancún y he ido a las cruzadas matrimoniales que se han organizado ahí y en Cozumel. Yo tuve una hija siendo soltera y unos años después me junté con un hombre con el que tuve otra niña. Mi vida fue muy desordenada en el tema de lo sexual y hasta hoy que me he encontrado con el Señor, mi pareja y yo queremos dejar atrás esa vida de pecado. Hoy sufrimos muchas consecuencias en nuestra sexualidad y con nuestras hijas, que no están bien. Queremos formar parte de los equipos de esposos que llevan su testimonio y que tanto ayudan. Pero seguimos arrastrando problemas y yo a veces tengo mucho odio hacia él. El ya me pidió matrimonio para estar bien con Dios pero no sé si será un error porque me dicen que una persona así no cambia.
Ana Sofí

Querida Sofi:

No es tiempo de renunciar sino de perseverar.

Dice la Palabra de Dios: “Cuando un espíritu impuro sale de un hombre, anda por lugares secos buscando descanso; pero al no encontrarlo, piensa: Volveré a mi casa de donde salí. Cuando regresa encuentra a ese hombre como una casa barrida y arreglada. Entonces va y reúne a otros siete espíritus peores que él, y todos juntos se meten a vivir en aquel hombre que al final queda peor que al principio” (Lc. 11, 24-26).
El propio Jesucristo nos advierte que si le hemos dejado nacer en nuestro corazón, no podemos abandonarle nuevamente sin riesgo grave para nosotros mismos.
Javier Echevarría nos recuerda que el pecado nos degrada como personas por su condición de acto contra nuestra verdad, contra lo que verdaderamente somos y estamos llamados a ser. Todo pecado hiere al hombre y vale la pena desandar ese camino y enderezar lo que estaba torcido. Esta es la penitencia que debemos hacer y así purificarnos.
Hay tantos hombres arrepentidos de un pasado en el que hicieron mucho daño por haber actuado sin Dios. Se han encontrado con Él, y desean ardientemente empezar de nuevo, piden perdón sinceramente pero sus esposas, y algunas veces sus propios hijos no quieren perdonar ya. “Demasiado tarde”, les dicen.
Me pregunto qué pasaría si estas mujeres aceptaran encontrarse con Cristo también y escucharan alto y claro que Él se regocija en la reconciliación y la unidad. Pero nuestros días son testigos de la agonía del amor. Ahí está pero no queremos amar.
Amar es creer que podemos ser nuevos, amar es vencer lo miedos para sentirnos fuertes y luchar una y mil veces. Amar es mirar a Cristo y creer que todo es posible. Amar es renunciar a los pensamientos catastróficos y elegir libremente el optimismo realista de Dios. Los pronósticos humanos denotan una especie de pesimismo que parece inspirado desde el infierno.
Este optimismo realista se refiere a que en nuestro corazón se alberga vivamente la esperanza de ser mejores –tanto nosotros como las personas y circunstancias que nos rodean- y en nuestra mente está la convicción de trabajar por superar, no sin esfuerzo desde luego, nuestros lastres.
Es cierto que no podemos cambiar como por arte de magia, pero si en verdad Cristo nace en nuestro corazón, apreciaremos el milagro de una nueva actitud. ¡Una nueva mirada para todo!

Lupita Venegas/Psicóloga
www.valoraradio.org
Twitter @lupitavenegasdc
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