Quiérete a tí mismo
En busca de la autoestima perdida.
El tema de la autoestima suele ser uno de los más tratados en publicaciones y otras producciones de psicología divulgativa.
El tema de la autoestima suele ser uno de los más tratados en publicaciones y otras producciones de psicología divulgativa. No siempre del modo más profundo o claro. Contra esta superficialidad intenta reaccionar Aquilino Polaino, autor del libro que aquí reseñamos. El Dr. Polaino es un psiquiatra y educador con muchos años de experiencia clínica y pedagógica, como Catedrático de Psicopatología en la Universidad Complutense de Madrid durante más de treinta y cinco años, y actualmente como Director del Departamento de Psicología de la Universidad San Pablo-CEU de Madrid.
En este libro, el renombrado psiquiatra español “revisa el concepto de autoestima, así como su génesis y desarrollo, pero desde una perspectiva crítica muy singular”, como dice José Manglano en el Prólogo (p. 11). Esto no significa que la obra pretenda ser principalmente un tratado erudito y académico sobre el problema del amor a sí mismo, de aristotélica memoria. Esto se ve reflejado en el estilo coloquial de la obra, que responde al hecho de tener como base una serie de conferencias dadas por el autor sobre esta materia. A pesar de la abundante referencia bibliográfica de tipo científico, la obra es accesible a cualquier lector medianamente culto de nuestra sociedad. Como dice allí mismo Manglano, este libro “quiere ser más bien una guía de perplejos, es decir, un libro de orientación, que contribuya a repensar la autoestima desde una nueva perspectiva, a fin de que se haga la luz en personas confundidas y desorientadas”.
Con estas finalidades en el horizonte, el libro trata sobre el tema de la autoestima desde variados puntos de vista, con abundante referencia a la experiencia práctica, clínica, pedagógica y personal. Se abordan así su definición, los diversos factores (cognitivos, afectivos, comportamentales, sociales...) que intervienen en su génesis y desarrollo, sus distintas formas y manifestaciones, su diferencia respecto de realidades con las que se podría confundir (vanagloria, orgullo, narcisismo...), etc. Como fondo último de estas consideraciones, se descubre siempre una preocupación existencial por la dirección que está tomando la sociedad en que vivimos: narcisista, individualista y vacía de valores. Por ello, no es raro que el autor entrevea en “la cuestión del origen de nuestro ser” (p. 211), y más claramente en la relación con Dios la respuesta y luz última para comprender este tema y para estimarse a sí mismo en la medida justa. Este libro demuestra una vez más que, como decía Rudolf Allers, “la psicología para estar a la altura de sus propios deberes se ve forzada a sobrepasar sus límites”, teniendo en cuenta el fin al que el hombre fue llamado, en orden al cual únicamente se puede comprender en verdad cómo se encuentra y cómo se ama.
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