Tecnología, pornografía y adicción


Tecnología, pornografía y adicción.
La industria de la pornografía es una industria de$ 97 billones de dólares, 13 de los cuales provienen de E.U.A. y el número de sitios web es enorme. Actualmente el 87% de los adictos son varones y el 17% son mujeres.

Quienes entienden de tecnología les gusta señalar que “la pornografía guía a las nuevas tecnologías de los medios”. Muchos lo toman como cierto, otros lo aceptan sin comprobar evidencia.

Efectivamente hubo tecnología que floreció en parte a la pornografía, como los VCRs de los 80 y el Internet de los 90, pero hubo otros que tuvieron impacto sin depender de la pornografía: la prensa impresa, fotografía, películas, televisión por cable, computadoras personales, discos compactos, DVD, etc.

La VCR es abiertamente la única tecnología con un vínculo sólido a la pornografía, pero esa tecnología en particular tuvo tanto impacto en la pornografía como ésta tuvo en aquella. Los ingresos de las películas para adultos se convirtieron en películas para videos, los shows de cine nocturnos para adultos se convirtieron a videocasettes y después al Internet.

Y hoy –nos dicen--, el futuro de los teléfonos móviles y aparatos manuales llamados “smart phones” estarán ligados a la pornografía. Cuando Steve Jobs, quien fue ejecutivo de Apple proclamó que productos de Apple como el iPhone y el iPod estarían “desprovistos de pornografía”, este hombre que era considerado un visionario fue ridiculizado como “puritano” y “censurable”. Ante estos ataques Jobs contestó: “Ustedes van a preocuparse más por la pornografía cuando tengan hijos”. Más adelante comentó (cf. Tech Crunch.com): “Yo realmente creo que tenemos la responsabilidad moral de mantener fuera del iPhone a la pornografía. Quienes deseen esto pueden comprar un teléfono Android”.

El psicoterapeuta Peter Kleponis, director asistente de “Comprehensive Counseling Services” y especialista en adicción a la pornografía y su recuperación, recientemente fue uno de los conferencistas de la Conferencia de la Arquidiócesis de Nueva York (Junio 2010) quien dio interesantes datos:

La industria de la pornografía es una industria de$ 97 billones de dólares, 13 de los cuales provienen de E.U.A. y el número de sitios web es enorme. Actualmente el 87% de los adictos son varones y el 17% son mujeres.

Hombres y mujeres son diferentes, los hombres se estimulan visualmente. Cuando un hombre observa una imagen pornográfica, hay una reacción química en el cerebro, la dopamina es liberada, hay euforia y cuando ésta se combina con excitación sexual y orgasmo, se convierte en lo que se llama la ‘receta perfecta’ para la adicción. De este modo se sentirán más atraídos por películas y videos. A las mujeres por el contrario, les atraen más los sitios de charla en donde pueden desarrollar una personalidad falsa de tal modo que pueden relacionarse eróticamente con hombres en Internet, todo a base de la palabra, así construyen su propia novela romántica y su adicción.

Hay un cierto número de mujeres jóvenes quienes son forzadas a ver pornografía porque sus novios insisten que forma parte de su relación. Esto nos lleva al tema de lo que la pornografía ha enseñado a la gente joven: primero, ha enseñado a los jóvenes y adolescentes que las mujeres están allí sólo para su propio placer sexual, esto denominado en la jerga común como filosofía sexual utilitarista, o en medios estudiantiles norteamericanos, la “hook up culture” (o cultura adictiva).

También enseña a las mujeres jóvenes a que para conservar a su novio, necesitan ser sexualmente activas y participar en pornografía. No es ninguna novedad el que en E.U.A. usen la cámara de sus celulares para tomarse fotografías sin ropa y enviarlas a quienes ellas deseen. Pero ¿les agrada? Muy dentro de ellas sienten que esto es degradante pero creen que ni modo, es la nueva corriente y así tienen que actuar.

Todo esto evita que los jóvenes se den cuenta de lo que realmente consiste una relación sana y amorosa ya que no aprenden el respeto del uno al otro.

La influencia de la mentalidad anticonceptiva de los últimos 40 años no puede ser comparada en relación al aprecio por el amor matrimonial y la sexualidad, esta mentalidad ha influido fuertemente en algunos hombres al ver a la mujer sólo como un objeto sexual y ha contribuido de manera significativa a la epidemia de pornografía.

Entre los problemas personales más comunes que tienden al uso de la pornografía se encuentran: el egoísmo, varias formas de soledad, inseguridad masculina, presiones de trabajo excesivas, conflictos matrimoniales y una vida espiritual débil. Por el contrario, cuando una persona se propone el crecimiento en virtudes, usualmente es mucho menos vulnerable a la pornografía.

Es tan grande el peligro mundial sobre este asunto, que se espera que este año en otoño se lleve a cabo en las Naciones Unidas una reunión denominada “Cumbre de Primeras Damas para el Combate a la Pornografía” que atraerá la atención sobre los peligros y daños causados a las personas y para tratar de comenzar a organizar un combate contra la misma. Como ejemplo tenemos en el Reino Unido la llamada Front Page Campaign (Campaña de Primera Página) conducida por Amy King, quien ha centrado su esfuerzo en combatir la pornografía de las portada de revistas que se venden en las tiendas.

En Estados Unidos, a pesar de existir seis leyes federales contra la obscenidad actualmente en libros, la pornografía explícita se encuentra floreciendo en televisión por cable y en Internet y las acciones judiciales en contra son prácticamente inexistentes.

Un grupo de investigadores y activistas anti-pornografía tuvieron una sesión en el Capitolio de E.U.A. recientemente este mes de junio, entre ellos se encontraba una ex-actriz de películas porno, quienes señalaron los hallazgos de investigadores especializados sobre el daño y efectos a largo plazo que causa la pornografía gráfica en los espectadores –especialmente en niños-- e hicieron un llamado al Congreso para que llevara a cabo acciones a través del Departamento de Justicia contra quienes hacen y distribuyen pornografía ilícita. El grupo denominado Coalition for the War on Illegal Pornography (Coalición por el Combate a la Pornografía Ilegal) hace un llamado a la administración de Obama, al Congreso Estadounidense, al Departamento de Justicia para que refuercen las leyes contra la obscenidad, que dicen, están siendo ignoradas.

“Nuestros esfuerzos no son partidistas porque la protección de los niños, la violencia contra las mujeres, las adicciones y el tráfico sexual no son temas partidistas… La obscenidad es el material gráfico que se enfoca en el sexo y en la violencia sexual… Los adolescentes de 15 años han sido saturados en el fácil acceso a la pornografía por Internet, allí en la intimidad de sus propios hogares a través de cualquier instrumento electrónico… Debido a que las leyes contra la obscenidad no han sido hecho válidas, la pornografía ilegal ha inundado el Internet… La edad promedio de norteamericanos que ha visto pornografía por Internet por primera vez, es de 8 a 11 años de edad”.

La ex -actriz porno Shelly Luben, quien hoy dirige un grupo de ayuda para aquellos que participan en la industria de películas para adultos (Pink Cross Foundation), señaló en audiencia en el Capitolio este mes de junio 2010, que el 66% de las ‘actrices’ de la industria pornográfica contraen herpes y también el 70% de las infecciones de transmisión sexual. Ella misma contrajo herpes, Virus del Papiloma Humano y cáncer cervical. Declaró: “He sufrido mucho en manos de esta industria pornográfica, la pornografía destruye vidas humanas y está destruyendo a nuestra Nación. Yo soy prueba de ello”.

Mary Anne Layden, psicoterapeuta directora del Programa de Trauma Sexual y Psicopatología del Centro de Terapia Cognitiva de la U. de Pennsylvania dijo: “Los pacientes que he tenido en recuperación observan muchas cosas que se hacen a las mujeres que ellos no desean que se las hicieran a las mujeres que aman. Psicológicamente los desestabiliza y violan su propio sentido innato de la justicia, su imparcialidad y reduce su respeto a sí mismos”. Y continuó: “La pornografía roba a los hombres su masculinidad, su salud mental, su auto-respeto, su grandeza…y después roba a su familia, a su comunidad y a su país de lo que ellos pudieron haberles ofrecido”.

Ante todo esto, la tecnología sigue su curso: una compañía denominada MiKandi ha establecido la venta de teléfonos basados en Android. Se autodenomina “la tienda APP mundial para adultos”. Dichos App son colecciones genéricas de fotos y videos porno, juegos de cartas y App convencionales (calculadoras y calendarios) diseñadas con imágenes sexualmente explícitas.

Por otra parte con el Windows Phone 7, Microsoft está determinado a competir contra el iPhone y Android. En su ‘guía’ está especificado lo que no está permitido: “Imágenes que sean sexualmente sugestivas o provocativas, contenido que caiga en la categoría de pornografía o contenido que una persona razonable considere de contenido límite o sólo para adultos”.

Mientras que Microsoft y Apple rehúsan ser parte de la venta de pornografía (hasta hoy), muchos expertos continúan insistiendo que la pornografía es esencial para el crecimiento de tecnologías de los medios electrónicos. Ni el iPhone ni ningún aparato móvil puede evitar totalmente la pornografía.

Algunos sitios, incluyendo aquellos diseñados para usuarios de teléfonos portátiles son relativamente fáciles de acceder a través de dispositivos de navegadores Web y no será posible que Apple haga ningún esfuerzo heróico para dejar fuera otros sitios.

El Arzobispo de Arlington, Virginia escribió hace poco: “La persona humana progresivamente construye o destruye su carácter con cada elección moral” (cf. Zenit, 24 Junio, 2010).

Danos tu comentario