Una herida de un abuso sexual puede ser sanada



Niños abusados: víctimas que callan y agresores impunes
Manuel Velásquez




"Hola de pequeña sufrí abusos sexuales desde los 5-9. Él hizo como si no hubiese ocurrido nada y me ha estado tratando luego como una hermana. Era el mejor amigo de mi hermano hasta hace varios años. Ahora tengo 20 y no lo he superado todavía. Fui a psicóloga Y caí mas bajo en el pozo de lo que ya estaba. Si mi familia se entera esa persona se puede dar por muerta y enterrada a 50 m bajo tierra. Por favor necesito hablar con alguien que lo haya superado. O que crean que me pueden ayudar".

El texto anterior es un mensaje dejado en el blog migueladame.blogspot.com, especializado en publicar y dar a conocer información relacionada al tema del Abuso Sexual Infantil. Un tema que en muchos países, incluyendo México, se ha relegado como si no importara, como si ni siquiera existiera. Cosa que para las miles de personas que han sufrido de éste es una injusticia, ya que casi no hay los medios necesarios para informar, prevenir y denunciar este atroz crimen.
Se conoce al Abuso Sexual Infantil (ASI) o pederastia a toda conducta en la que un menor es utilizado como objeto sexual por parte de otra persona con la que mantiene una relación de desigualdad, ya sea en cuanto a la edad, la madurez o el poder. Se trata de un problema universal que está presente, de una u otra manera, en todas las culturas y sociedades y que constituye un complejo fenómeno resultante de una combinación de factores individuales, familiares y sociales. [...] Supone una interferencia en el desarrollo evolutivo del niño y puede dejar unas secuelas que no siempre remiten con el paso del tiempo.

Estadísticas que hielan la sangre
El ASI es un gran problema a nivel mundial. Para constatarlo, sólo faltan ver las estadísticas, y es que:
• Tres de cada 10 personas son objeto de abuso sexual infantil.
• 1 de cada 4 niñas es abusada sexualmente antes de cumplir 18 años.
• 1 de cada 6 niños es abusado sexualmente antes de cumplir 18 años.
• 1 de cada 5 niños es abordado sexualmente a través de Internet.
• Casi el 70 por ciento de todos los asaltos sexuales (incluyendo los asaltos a adultos) ocurren a niños de menos de 17 años.
• Más del 70 por ciento de los pederastas tiene entre 1 y 9 víctimas; al menos el 20 por ciento tiene entre 10 y 40 víctimas.
• Entre el 30 y el 40 por ciento de las víctimas son abusadas por un miembro de la familia.
• De los niños menores de 12 años que reportaron abuso sexual, el 13.2 por ciento refirió como agresor al padre y el 9.6 por ciento, al padrastro.
• En el caso de los adolescentes (12 a 17 años) el 9.6 por ciento señaló al padre y el 7.7 por ciento al padrastro.
• Otro 50 por ciento son abusadas por alguien fuera de la familia, pero a quien conocen y en quien confían.
• Aproximadamente el 40 por ciento es abusada por algún niño mayor conocido.
• Sólo el 10 por ciento es abusada por un extraño.

La media del abuso sexual está en los nueve años, sin embargo más del 20 por ciento de los abusados, son menores de 8 años y un 50 por ciento es mayor de 12.
Pero lo que también es sumamente alarmante es que la gran mayoría de los que son abusados, no revelan el hecho. Existe la sorprendente estadística de que un 30 por ciento de las personas jamás se lo dirá a alguien. Y es que gran parte de este problema, es que los menores no reconocen que fueron abusados por alguna persona.

Pero también, más del 80 por ciento de las víctimas niegan o son reacias a revelar el abuso. De las que sí lo revelan, aproximadamente el 75 por ciento lo hace accidentalmente. De aquellas que sí lo hace intencionalmente, más del 20 por ciento eventualmente se retracta aunque el abuso efectivamente haya ocurrido.

Las falsas acusaciones constituyen sólo entre el 1 y el 4 por ciento de las denuncias. De éstas, el 75 por ciento son realizadas por adultos y el 25 por ciento por niños. Los niños sólo realizan falsas acusaciones el 0.5 por ciento de las veces.


Las leyes, como siempre, el talón de Aquiles.
El panorama, como se puede ver es muy desalentador y completamente escalofriante. En México la situación es igualmente aterradora, ya que se estima que cada hora un menor es abusado sexualmente.

Las leyes en México, como siempre hay unas muy buenas y otras no tanto. A pesar de que está tipificado el Abuso Sexual Infantil en casi todas las legislaciones del país, en el Código Penal Federal, se estipula en el artículo 261: "Al que sin el propósito de llegar a la cópula, ejecute un acto sexual en una persona menor de doce años de edad o persona que no tenga la capacidad de comprender el significado del hecho o que por cualquier causa no pueda resistirlo o la obligue a ejecutarlo, se le aplicará una pena de dos a cinco años de prisión".

Al que abuse de una persona mayor de 12 años, y que no tenga cópula, se le impondrá una pena de seis meses a cuatro años de prisión.

Así mismo, en el artículo 262, se estipula que al que tenga cópula con una persona mayor de 12 años y menor de 18, obteniendo su consentimiento por medio de engaño, se le aplicará de tres meses a cuatro años de prisión.

En cuanto al Abuso Sexual a menores de 12 años, al que tenga sin violencia realice cópula se le impondrá una pena de ocho a 14 años de prisión.

Si algún familiar es el que tuvo contacto, las penas previstas para el abuso sexual y la violación se aumentará hasta en una mitad en su mínimo y máximo.

El problema viene cuando se quiere denunciar, y es que a decir de muchos familiares de víctimas y ellas mismas, los procedimientos legales y médicos son como un segundo abuso, ya que a los menores los tienen que revisar en sus partes íntimas. Aparte de que tienen que carearse ante los agresores, lo que supone un peso más que cargar. Psicólogos, inclusive recomiendan no denunciar, ya que puede ser más traumático el acudir con las autoridades que el mismo abuso sexual.

Otro punto débil en las leyes de los estados, es que si hay Abuso Sexual Infantil y la víctima queda embarazada, no hay repercusiones para el agresor si este se casa con la menor. Esto puede suceder en 25 estados de la República.

Sintomatología Asociada al Abuso Sexual.
• Niños Menores de 3 años:
Trastornos en el sueño y en el dormir, trastornos en la conducta alimentaria, trastornos en los niveles de actividad, comportamiento regresivo y/agresivo, conocimiento sexual inapropiado para la edad, actividad sexual inadecuada
• Preescolares:
Conductas sexualmente inadecuadas, ansiedad, alteraciones de sueño, pesadillas, temores y fobias, conductas compulsivas, masturbación, trastornos de aprendizaje, conductas seductoras hacia adultos, intensa ansiedad ante la separación.
• Escolares:
Dificultades en aprendizaje, alteraciones en rendimiento escolar, conflicto con figuras de autoridad, desconfianza de los adultos, sobre adaptación, comportamiento hostil, comportamiento cleptómano, crueldad con animales, desesperanza, tristeza, episodios de coerción sexual sobre niños más pequeños y retraídos.
• Adolescentes:
Intensa auto destructividad, búsqueda compulsiva de castigo, tentativa de suicidio, actuaciones heterodestructivas (homicidio), conductas delictivas, adicciones, fugas del hogar, promiscuidad sexual, prostitución, disociación, trastornos en la identidad, trastornos psicopatológicos severos, sobre adaptación, retraimiento, represión, inhibición sexual llamativa, intolerancia frente a manifestaciones verbales de contenido sexual, acentuada incapacidad para interactuar con el sexo opuesto, homosexualidad, depresión, perdida de la autoestima, rebelión creciente, quejas somáticas, actos ilegales, huidas de casa, aislamiento social, suicidio, autolesiones, abuso de sustancias.


¿Cuáles son los derechos de los sobrevivientes de ASI.?
1. Administrar tu vida de acuerdo a tu criterio y tus valores.
2. Dirigir tu proceso de recuperación, sin reportar a nadie tus metas, esfuerzo o progreso.
3. Recopilar información para tomar decisiones acertadas con respecto a tu recuperación.
4. Rechazar la ayuda ofrecida sin tener que justificar tu decisión.
5. Tener fe en tus poderes de auto restauración y buscar aliados que la compartan.
6. Confiar en tus aliados en tu proceso de sanación igual como lo hacen los demás adultos entre ellos mismos.
7. Sentir miedo y evitar lo que te asusta.
8. Decidir por ti misma o mismo, cuándo, cómo y si es que enfrentarás tus miedos.
9. Aprender experimentando, es decir, cometiendo errores.
10. Ser tocada sólo con tu permiso y sólo de maneras que no te incomoden.
11. Elegir hablar o callar, sobre cualquier tema y en cualquier momento.
12. Elegir aceptar o rechazar la retroalimentación, sugerencias o interpretaciones.
13. Pedir ayuda en tu proceso de sanación, sin tener que retribuir con trabajo, juego o amor.
14. Impedir que transgredan tus límites.
15. Tomar acción cuando tus límites son transgredidos a pesar de tu impedimento.
16. Pedir explicaciones cuando no entiendes algo.
17. Expresar una visión contraria cuando sí entiendes y estás en desacuerdo.
18. Reconocer tus sentimientos, sin tener que justificarlos.
19. Pedir cambios cuando tus necesidades no están siendo cubiertas.
20. Hablar de tu experiencia siendo respetada.
21. Resolver tus dudas pudiendo diferir de las visiones o deseos de los otros.
22. Contratar un terapeuta, consejero o guía (no un jefe) de tu recuperación.
23. Recibir ayuda confiable y de alguien con experiencia en tu proceso de sanación.
24. Asegurarte que tu terapeuta se negará a establecer otro tipo de relación contigo (de negocios o sexual).
25. Asegurarte la privacidad de cualquier revelación que le hayas hecho a tu terapeuta, a menos que esté sujeta a la ley.
26. Asegurarte la lealtad de tu terapeuta con respecto a tus agresores.
27. Recibir respuestas a tus preguntas acerca de tu condición, tus posibilidades de recuperación, tus metas, tu tratamiento y las cualificaciones de tu terapeuta.
28. Contar con el interés de tu terapeuta en cuanto a tu seguridad y con la disposición a utilizar todos los medios legales para neutralizar una amenaza a tu vida o a la de otra persona.
29. Que el compromiso de tu terapeuta no dependa de tu "buen comportamiento", a menos que exista una amenaza a la seguridad o estén involucradas actividades ilegales.
30. Conocer con certeza las horas de las sesiones y la disponibilidad de tu terapeuta, incluyendo, si así lo desearas, un compromiso a trabajar por un tiempo determinado.
31. Llamar a tu terapeuta entre las sesiones establecidas en caso de urgencia, y recibir una contestación dentro de un tiempo razonable.
32. Aprender habilidades que aminoren el riesgo de un nuevo trauma.
33. Contar con un espacio relativamente cómodo durante las sesiones

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